miércoles, 20 de mayo de 2009

Para que luego digan que no trabajamos...


Éste es un claro ejemplo de la dura vida del corresponsal... Las dos ballenas varadas somos la Muiña y yo, con el cuidador de balllenas en la silla, controlando al personal...

Eran las 6 y pico de la mañana y estábamos en la sala de prensa esperando a que el puñ%·"$VH Telefónica azul cruzase la línea de llegada en Río. Y luego aún tuvo que llegar, hacer la nota, lanzar las fotos, mandar las declas, tener las imágenes, ir con una cinta a una de las TV de Río para chutarla al satélite, etc. etc...

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